Aunque parezca que me estoy especializando no es mi intención dedicarme a las bodas, pero con los tiempos que corren... En esta ocasión no se casan, mejor que eso, celebran las bodas de oro los padres de mi cuñado Agustín, que hace ya unos cuantos lustros tuvo el gusto de casarse con mi hermana Eva.
Otra vez he disfrutado con el trabajo, ya que tengo mucho cariño a los retratados, además he jugueteado con el pan de oro, material simpático como el solo; cuando quieres cortarlo no se corta, si quieres que no se pegue, se pega, si lo quieres coger se escapa, si lo quieres trasladar se cae... etc. Pero aun así lo volveré a utilizar para que no me domine él a mi sino yo a él.
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