miércoles, 8 de abril de 2009

Space Invaders

















Esta mañana, tomando un café en el Pasapoga, me he encontrado con mi amigo 3PO, con el que comparto esta afición bloguera. Hacía días (por no decir meses) que no nos veíamos y hablando con él, me ha recordado lo olvidado que estaba este cuaderno.
Es cierto, llevo mucho tiempo sin escribir nada, a pesar de que sea esta actividad la que más me apasiona en este momento y la que ocupa mayor tiempo y dedicación de mi enfermizo pensamiento creador. Sin embargo, a pesar de que no puedo considerarme escritor, aunque escriba, cada día que pasa, me parece que están más cerca unas actividades creativas de las otras. Se funden las disciplinas, haciendo más difícil distinguir y catalogar las obras de arte. El videojuego es un ejemplo ideal, en él, trabajan cientos de personas en un mismo proyecto, guionistas, dibujantes, tresdeseros, músicos, actores, informáticos, etc., esto trasciende el sentido propio del producto resultante, llegando a ser cuestionado en cuanto a su valor artístico o incluso su autoría.
Pongo el caso de una semana de conferencias que la Escuela de Artes de Logroño ofreció hace poco, sobre el mal llamado diseño y a las que tuve el gusto de asistir. La calidad de las conferencias es algo que no entraré a valorar, ya que cualquier trabajo es lícito de ser presentado como ejemplo, por modesto que sea, pero el tipo de trabajo y sobre todo su actitud, si que me parecen importantes a la hora de decidir que es o no es positivo, innovador, o simplemente es una actividad destacable desde un punto de vista contemporáneo del arte, del diseño o simplemente del pensamiento.
Así, uno de las supuestas conferencias que se dieron fue sobre los vídeo-juegos y sólo pudieron disfrutarla unos pocos alumnos de la escuela que habían reservado su asiento previamente. Cuestión en principio que aparte de parecer un poco elitista, si lo pensamos mejor no deja de tener una escondida escusa. Y me explico. El hecho de no ofrecer la charla a todo el mundo y considerarla como un taller para alumnos es síntoma de que no se valoran de la misma forma los contenidos de la esta. No puedo imaginar otra razón, y es que creo que no tenemos asimilado la fusión de estás disciplinas artísticas, y cualquier aspecto de la vida tiene mucho que ver con esto, con la mezcla, de razas, edades, clases, profesiones, sexos, creencias, pensamientos al fin y al cabo, somos un compendio de experiencias y catalogar las cosas está bien para ordenarlas y luego poder encontrarlas, pero debemos darnos cuenta que el arte como algo en evolución no se pueden parar ni atrapar, la historia la puedes escribir pero nunca será más que un punto de vista. El videojuego como los ciborgs, son adelantados a su tiempo, pero pasarán muchos años antes de que nos demos cuenta de que ya están aquí y son. Que alguien por llevar un chip implantado no es menos humano, o quizá si, pero lo que es seguro, es que no es menos importante.
Pues así son las conferencias sobre videojuegos, con más chips y menos aparentes, pero infinitamente más actuales que cualquiera otra que hable sobre diseño o arte, ¿o a caso tenemos que estar anclados en las vanguardias del siglo pasado, supuestamente aceptadas ya por la mayoría de la población? ¿O ni tan si quiera es así? Qué se lo digan al cine, a ver cuanto tuvo que esperar hasta que por fin fue considerado el séptimo.

¡Aupa J.R.!